Por mucho que el proyecto moderno lo pretendiese, la arquitectura por sí sola no puede salvar a la sociedad. Existen peligros en ambos polos del segmento renovaciones/preservaciones del patrimonio arquitectónico de los cascos históricos. No se puede renovar un barrio sin intervenir en el modo de vida de quienes lo habitan, ni puede hacerse una sustitución del barrio que no conserve el tejido humano. Hay de todo, porque sobre todo hay un intento de luchar contracorriente. Pero es verdad que las renovaciones de centros urbanos, a menudo se convierten en operaciones caras que tienen a desplazar a la población. La arquitectura no puede salvar a la sociedad, pero la sociedad puede salvar casi cualquier arquitectura.
SOLARES DEGRADADOS DEL CASO HISTÓRICO DE PONTEVEDRA
taller abierto propone intervenir en solares del casco histórico que se hallan en estado de ruina.
1. ABIERTO. INCORPORACIÓN AL ESPACIO PÚBLICO
Esta solución vuelca el espacio en desuso a la calle, convirtiéndolo a efectos prácticos en espacio público, opción que requiere un control sobre su uso pertinente y evite la degradación. Se trata de convertir un espacio cerrado residual en algo permeable, de carácter estancial anexo a la calle. Cada proyecto se adecúa a las condiciones del lugar con el mínimo gasto imprescindible, consolidando elementos estructurales y en general adecentando el entorno de límites. En este caso el Ayuntamiento se responsabiliza del mantenimiento.
2. SEMIABIERTO. PARTICIPACIÓN URBANA SOBRE ESPACIO EN DESUSO
Supone un punto intermedio de barrera semipermeable en la que el Ayuntamiento cede condicionalmente a los vecinos el espacio para que éstos lo signifiquen, convirtiéndolo en superficie útil y espacio de respeto, y redefiniéndolo como lugar común. Los vecinos deciden a qué destinar el espacio, fomentando los valores de cooperación y compromiso social. Este tipo de iniciativa municipal recupera espacios dormidos y promueve el asociacionismo y la cultura de comunidad poniendo en juego la ética y la educación ambiental. Los vecinos gestionan y la autoridad local controla el acceso y apoya el mantenimiento.
Para garantizar el uso de estos espacios hay que promover la participación en las acciones y actividades, para conciliar las necesidades y demandas, y cumplir objetivos.
Se establece un plan de financiación por etapas, que incluye los compromisos de las partes, y un programa de seguimiento y evaluación del buen estado de los solares. Además de elaborar una Ordenanza de Régimen de Usos de estos solares, de titularidad municipal por el Ayuntamiento, en la que se definan los procesos de adjudicación de espacios, y los derechos y deberes de los usuarios y de la Administración.
Dos posibles soluciones:
HUERTO URBANO
Se organizan pequeñas parcelas para:
• desarrollar tareas agrícolas con métodos de cultivo ecológicos
• combinar las funciones productivas asociadas al consumo familiar con finalidades sociales y ambientales
Las ventajas de este tipo de intervención son múltiples,
• rescatar tradiciones agrícolas en la ciudad
• potenciar las relaciones intergeneracionales
ESPACIOS PARA LA CREACIÓN ARTÍSTICA
Se ofrece el espacio en desuso a artistas para que lo utilicen durante un tiempo determinado, sin que su obra sufra actos vandálicos. Esta iniciativa busca la dinamización cultural de espacios públicos urbanos y la promoción de artistas locales.
El uso de estos solares como espacios de creación y exposición cultural tiene como objetivos:
• fomentar la autogestión artística y creativa
• promover proyectos artísticos y experiencias emergentes en el campo artístico
• divulgar el arte y la cultura en espacios públicos y de uso cotidiano
• favorecer la participación ciudadana en proyectos culturales y su conocimiento de las artes
• contribuir a la revitalización de los centros urbanos con propuestas innovadoras
3. CERRADO. PROYECTO DE BORDE DE ESPACIO EN DESUSO
Si este espacio continúa siendo privado y no hay acuerdo para que pase a ser de titularidad municipal, proponemos trabajar en el desarrollo de una Ordenanza Municipal de limpieza y vallado de solares para que estos no acaben siendo puntos negros de la ciudad.
El tratamiento que planteamos para el borde de estos espacios, busca evitar las pintadas callejeras y el carácter de elemento bloqueante. Se propone un vallado con elementos verticales de diferentes alturas que permitan participar desde el exterior, integrando visualmente este paisaje interior al entorno. Se trata de una barrera física pero no visual.
Existe la posibilidad de incorporar una iluminación puntual dentro de estos espacios que permita, bien destacar restos valiosos, bien incorporar elementos como esculturas o pequeños actos -un pequeño concierto de música- entendidos como escaparates de arte.