UNA CIUDAD, UN PAÍS ¿PUEDEN SER UN MUSEO? UNA IGLESIA, UN PALACIO ¿LO SON EN SÍ MISMOS? CON INDEPENDENCIA DEL CONTENIDO ¿UN ARCHIVO, UNA BIBLIOTECA, UNA CINEMATECA, UN ESCAPARATE?
Un museo es una colección de algo, una caja llena de cosas, y esas cosas pueden tener un carácter abierto o cerrado. Carácter cerrado puede ser el de un museo con un tema muy restringido. El museo romántico de Madrid, cuyo sujeto es una época; o el museo Sorolla, cuyo sujeto es un autor. Los hay amplísimos, como un museo de Arte.
Entonces, cualquier colección establecida con un criterio restringido o amplio puede referirse a un sujeto restringido o abierto. Una ciudad o un barrio, o una calle vista desde una ventana, pueden ser una colección: un conjunto de edificios, de plazas, de jardines, de personas. Esa ciudad considerada como museo, puede referirse a un tiempo congelado. El barrio gótico de Barcelona. O puede condensar toda la historia de la ciudad desde hace siglos.
Un pueblo. Taramundi. O la zona de Oscos. Son museos etnográficos basados en la energía hidráulica y cualquiera de sus molinos o herrerías puede ser un museo. El escaparate, esa caja transparente, o la Feria del Libro, o un desfile de moda. La “Feira Franca” de Pontevedra ¿no es un museo de disfraces?
Algo más. Lo importante del museo es la llamada de atención. Lo importante es la búsqueda de criterios de observación del (de un) mundo, el espíritu con el que uno mira y desarrolla la capacidad de búsqueda de criterios, o de filtros de la realidad.