El municipio de Catoira está situado en la comarca de Caldas y tiene una superficie de 29.44 km. Su población es de 3349 habitantes y está repartida en cuatro parroquias: al norte se encuentra Oeste, al sur Abalo, al este Dimo y en el centro está la de Catoira, donde se ubica el CPI en el que se desarrolló este proyecto pedagógico enmarcado dentro de la Estrategia de Movilidad 3.0 de la Diputación de Pontevedra.
El CPI Progreso es un colegio público integrado al que acuden niñas y niños desde los 3 hasta los 16 años. Se trata de un centro de gran tamaño en el que estudian 390 estudiantes y que se encuentra junto a la carretera PO-8702. La mayoría de los estudiantes se desplazan al centro cada día en transporte escolar o en el vehículo particular de sus familias. Solo un pequeño porcentaje va al colegio caminando, y esto se debe a la enorme dispersión del municipio y a la falta de preparación de las vías para albergar los desplazamientos peatonales.
El acceso al colegio se realiza a través de dos entradas fundamentales en función del medio de transporte utilizado. El acceso oeste, a través de la vía de la Diputación, es utilizado por los niños y niñas que llegan en automóvil familiar o a pie. También por esta vía entran al centro los docentes de primaria y secundaria. La entrada este es la de acceso de autobuses y por la que llega la mayoría del alumnado. A este tráfico pesado se suman los vehículos particulares de los padres y madres de los niños de la etapa de infantil, que también tienen su entrada por esta vía.
Los principales problemas detectados fueron los siguientes:
Falta de aceras o dimensionamiento deficiente de las mismas.
Falta de pasos de peatones que faciliten el desplazamiento a pie siempre que las distancias lo permitan.
Falta de espacio de estacionamiento para los vehículos particulares que trasladan a los escolares en las horas punta de entrada y salida. Esto ocasiona invasiones de la vía y de la acera, obligando a los peatones a tener que circular por la carretera.
Escasez de señalización vertical y horizontal que asegure el camino.
Falta de claridad en los itinerarios, produciéndose situaciones de peligro por la mezcla de peatones y automóviles.
La observación de estas particularidades lleva a elegir un área de trabajo que conecta la zona urbana más cercana con el centro educativo. Para ello será necesaria la reforma de varias vías seleccionadas por ser las de mayor tránsito peatonal, según los datos recogidos durante la observación del entorno en los estudios de campo, en los encuentros con los miembros de la comunidad escolar y con los representantes del Ayuntamiento. Estas vías sufrirán la remodelación de su sección y una ordenación de los tráficos rodados para transformar el entorno del CPI Progreso en un espacio apto para caminar.